Tras el asalto al Capitolio que aloja al Congreso de los Estados Unidos, el Día de Reyes pasado, el presidente Donald Trump ha tenido que enfrentar el desafío de su propio vicepresidente Mike Pence y de legisladores republicanos, así como una gran cantidad de renuncias dentro de su administración, entre ellos del Secretario Interino de Seguridad Nacional. Sümele a eso el ser bloqueado de sus redes sociales que le permitían comunicarse instantáneamente con sus seguidores; también un inminente juicio político en el Congreso.
Sine barrio, según fuentes alegadas nada le ha sido tan perturbador como la decisión de la PGA de trasladar el Campeonato PGA 2022 del Trump National Golf Club en Bedminster, Nueva Jersey. Dicen que esa decisión puede haber molestado al presidente más que cualquier otra cosa.
Una fuente cercana a la Casa Blanca le dijo a The New York Times que Trump está «destrozado» por la medida, y aunque está enojado porque la Cámara avanza con el juicio político (por segunda vez sin precedentes), su reacción al perder el torneo fue un «golpe de diferente magnitud.»
En el papel, el juicio político ciertamente parece un asunto mayor, pero la afinidad de Trump por el golf no es ningún secreto, y su aparente priorización emocional no sorprendió a todos.
La PGA of America cortó lazos con el presidente Donald Trump
La organización votó para mover el campeonato de la PGA 2022 fuera del Trump National Golf Club en Bedminster, Nueva Jersey, el domingo por la noche luego de los ataques al Capitolio de Estados Unidos la semana pasada, según un despacho de The Associated Press.
El presidente de PGA of America, Jim Richerson, dijo que la junta directiva votó para «rescindir el acuerdo» debido al rumbo de Trump. La PGA of America, que se ejecuta por separado del PGA Tour, ahora ha alejado un evento de un campo de Trump dos veces en los últimos cinco años.
“Nos encontramos en una situación política que no hemos creado”, dijo Seth Waugh, director ejecutivo de PGA of America, a través de The Associated Press. “Somos fiduciarios de nuestros miembros, del juego, de nuestra misión y de nuestra marca. ¿Y cuál es la mejor manera de proteger eso? Los trágicos acontecimientos del miércoles nos dieron la sensación de que ya no podíamos celebrarlo en Bedminster. El daño pudo haber sido irreparable. El único curso de acción real era irse». Y se fueron.
Muchas figuras del mundo del deporte se han pronunciado y han condenado a Trump en los días posteriores a la fallida insurrección, que dejó cinco muertos, en el Capitolio.
Famoso entrenador deportivo rechaza ser condecorado
Cuando apareció el domingo un informe de que el presidente Donald Trump planeaba otorgarle a Bill Belichick la Medalla Presidencial de la Libertad esta semana, todas las miradas se volvieron hacia el entrenador en jefe de los New England Patriots.
El lunes habló Belichick.
El entrenador de los Patriots dijo en un comunicado que no aceptaría el honor civil más alto de la nación, citando como motivo el ataque al edificio del Capitolio de Estados Unidos del 6 de enero, incitado por Donald Trump, que dejó cinco muertos, entre ellos un policía del Congreso.
La decisión de Belichick resonó en algunos de sus exjugadores, quienes apoyaron la decisión de su entrenador.
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