El 21 de abril del 1910, hace 110 años, murió en Redding una localidad de Connecticut, Mark Twain, el padre de la Literatura Norteamericana -según lo calificó Willian Faulkner-, cuyo nombre real era Samuel Langhorne Clemens.
El autor de El príncipe y el mendigo había nacido en Misuri el 30 de noviembre de 1835.
Muy recordado por clásicos de la literatura de Estados Unidos como Las aventuras de Tom Sawyer, Las aventuras de Huckleberry Finn y Un yanqui en la corte del Rey Arturo, Twain era dueño de una inteligencia brillante, en la cual seguramente tuvo que significar para los astrólogos algo el hecho de haber nacido con el paso del cometa Halley y haber fallecido en su regreso, hecho que él mismo predijo «Vine al mundo con el cometa Halley en 1835. Vuelve de nuevo el próximo año, y espero marcharme con él. Será la mayor desilusión de mi vida si no me voy con el cometa Halley. El Todopoderoso ha dicho, sin duda: ‘Ahora están aquí estos dos fenómenos inexplicables; vinieron juntos, juntos deben partir’. ¡Ah! Lo espero con impaciencia», expresó un año antes de su muerte.
Una de las cosas que debió llamar mucho la atención y que lo convirtió en un gran escritor fue su inquietud por las ciencias y las tecnologías. De hecho fue gran amigo de Nikola Tesla y pasaba mucho raro en el laboratorio del gran inventor. Él mismo patentizó tres ideas propias. Y el libro Un yanqui en la corte del Rey Arturo abrió el camino para un subgénero dentro de la ciencia ficción denominado «ucronía», relacionado con los viajes en el tiempo.
Fue impresor, no como hoy con máquinas automáticas, sino de aquellos artesanos de la palabra, de gran ortografía y erudición, como los que había antes con la impresión en directa; había comenzado de aprendiz de impresor a los 12 años, después que su padre falleciera y a los 16, ya tipógrafo, comenzó a publicar viñetas humorísticas en el periódico de su hermano mayor. Viajó durante cinco años por distintas partes de los estados, se formó autodidactamente en las bibliotecas de distintas ciudades por las cuales pasaba. Parte de su formación como escritor la hizo como piloto navegante en el río Misisipi, trabajó con poco éxito en la minería del oro, y fue periodista. Tuvo experiencias paranormales, como por ejemplo el sueño real un mes antes, de la muerte de su hermano Henry en la explosión del vapor Pennsylvania, a quien él mismo había enrolado a que trabajara con él que ya era piloto -uno de los oficios mejor pagados de la época- de aquellos vapores que surcaban el Missisipi.
La publicación de su libro humorístico La célebre rana saltarina del condado de Calaveras (1865), lo convirtió en un hombre sumamente popular en su país, lo cual se reforzó con sus libros de viajes.
Mark Twain decididamente tenía el don de la palabra, así que lograba convencer a través de la oratoria, arte en el que no dejaba atrás su rico sentido del humor a través de la sátira. Digamos que fue un antecedente fantástico de lo que hoy llaman a bombo y platillo Couch, solo que con cultura y con un enorme sentido del humor, donde su espíritu satírico le hacía reinar en salones… y en barberías. Fue amigo de presidentes, de la realeza europea, de los primeros industriales capitalistas y de reconocidos artistas.
Para que se tenga una idea de su sentido del humor, en su A Burlesque Biography donde habla satíricamente de su propio linaje expresa que «…el árbol genealógico muestra una sucesión de soldados: nobles, de alto espíritu, que siempre entraban al campo de batalla, justo detrás del ejército, y siempre salían a gritar, justo delante de él».
Ganó mucho dinero, pero no tenía ningún talento para las finanzas, así que se sanfinfló lo que él mismo producía y el dinero de su esposa. hasta que se tuvo que declarar en bancarrota, de la cual salió gracias al apoyo del filántropo Henry Huttleston Rogers.
Defendió la abolición de la esclavitud y la emancipación de la mujer. Pero como todo ser humano tenía debilidades y defectos, y aún así, sobre todo sensibilidad y sufrimientos, pues la muerte estuvo presente en su familia llevándose hijos, nietos, esposa y amigos antes que él.
No solo consiguió un gran éxito como escritor, sino también como orador. Su ingenio y espíritu satírico recibieron alabanzas de críticos y colegas, y se hizo amigo de presidentes estadounidenses, artistas, industriales y de la realeza europea. Carecía de visión financiera y, aunque ganó mucho dinero con sus escritos y conferencias, lo malgastó en varias empresas y se vio obligado a declararse en bancarrota. Con la ayuda del empresario y filántropo Henry Huttleston Rogers finalmente resolvió sus problemas financieros.
Una zona sumamente interesante de su creación son los aforismos, muchos de los cuales siguen teniendo hoy día una gran vigencia. Aquí 35 de esos aforismos, llenos de humor unos y de sabiduría todos:
-Pocas cosas son más difíciles de soportar que la molestia de un buen ejemplo.
-El hombre es el único animal que se sonroja. O que necesita hacerlo.
-La verdad es lo más valioso que tenemos, economicémosla.
-Nunca dejes que los que sueñen te hagan cambiar.
-Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa.
-La raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz: la risa.
-Nunca permití que la escuela interfiriera en mi educación.
-Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar.
-No vayas por ahí diciendo que el mundo te debe algo. El mundo no te debe nada. Estaba aquí primero.
-La amabilidad es el lenguaje que los sordos pueden oír y los ciegos ver.
-Nunca discutas con gente estúpida, te arrastrarán a su nivel y entonces te ganarán con la experiencia.
-Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente.
-No temo a la muerte. Había estado muerto durante miles de millones de años antes de que naciera, y no había sufrido el menor inconveniente.
-Es mejor mantener la boca cerrada y hacer preguntarse a la gente si eres tonto, que abrirla y resolver toda duda.
-La ira es un ácido que puede hacer más daño en el recipiente en el que se almacena que a cualquier cosa en la que se vierte.
-El miedo a la muerte viene del miedo a la vida. Un hombre que vive plenamente esta preparado para morir en cualquier momento.
-Si cuentas la verdad no tienes que recordar nada.
-Todas las generalizaciones son falsas, incluida esta.
-La falta de dinero es la raíz de todo mal.
-Básicamente hay dos tipos de personas. Las personas que consiguen cosas y las personas que dicen que han conseguido cosas. El primer grupo es menos frecuente.
-El humor es la bendición más grande de la humanidad.
-Fue maravilloso encontrar América, pero hubiera sido mejor perderla.
-Dios creó la guerra para que los estadounidenses aprendieran geografía.
-Una persona que no lee no tiene ventaja sobre una que no puede leer.
-La honestidad es la mejor política cuando hay dinero de por medio.
-Si no lees el periódico, no estás informado. Si lees el periódico, estás mal informado.
-Es mejor merecer honores y no tenerlos que tenerlos y no merecerlos.
-Las arrugas deberían indicar donde han sido las sonrisas.
-La vida sería infinitamente más feliz si pudiésemos nacer a la edad de 80 y alcanzar gradualmente los 18.
-El trueno esta bien, el trueno es impresionante, pero es la luz la que hace el trabajo.
-Nunca dejes para mañana lo que puedes dejar para pasado mañana.
-El clásico. Un libro que la gente elogia y no lee.
-Tenemos el mejor gobierno que el dinero puede comprar.
-La única forma de mantener tu salud es comer lo que no quieres, beber lo que no te gusta y hacer lo que prefieres no hacer.
-Siempre lealtad al país. Lealtad al gobierno cuando se lo merece.
NOTA: Por favor si va a copiar alguno de estos aforismos y colocarlo en sus redes, diga que son de Mark Twain, nunca se le ocurra decir que son de otro autor, mucho menos de Mario Benedetti, Paulo Coelho o Ricardo Arjona.
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).
