El estreno en el Festival de Cannes de la película que ha devuelto a Tom Cruise a La Croisette, hizo saber que no se trataba de una película más. La nave de Top Gun Maverick ha despegado en su primer fin de semana con 124 millones de dólares en taquillas internacionales contadas en 62 mercados diferentes. Tras dos años de un mercado del cine quebrado por la pandemia, se espera que esta película de Paramount impulse la visita a las salas de cine en todo el mundo.
Según noticias oficiales trata del mejor lanzamiento internacional de Tom Cruise, superando en un 28% el estreno de Mission Impossible: Fallout. Si se suma lo recogido en taquillas en Estados Unidos este domingo, estamos hablando de 248 millones de dólares en total, por Top Gun Maverick.
Treinta y seis años después del éxito de taquilla original, el público no ha perdido ese sentimiento de admiración por el piloto de combate. La película dirigida por Joseph Kosinski es atractiva para todas las demostraciones, incluso para los cinéfilos que no existían siquiera cuando la primera película.
Según estadísticas de Box Office Mojo, el Reino Unido lideró el fin de semana con $ 19,4 millones de dólares en 735 cines. Este es el fin de semana de estreno más grande para una película de Tom Cruise y el más grande para un título de acción en vivo de Paramount.
UNA CUESTIÓN DE CULTURA: SALA DE CINE O TELEVISOR
Top Gun Maverick devuelve no solamente la leyenda del corajudo piloto de combate sino que va más allá y nos obliga ir a las salas de cine a ver en todo su esplendor las acciones del filme. No es lo mismo advertir detalles como ocurre en las pantallas gigantes de Caribbean Cinemas, por ejemplo, con sistemas de sonido 5.2 que verlos en la pantalla del televisor o en una computadora.
Devuelve finalmente ese sentimiento de espectáculo dirigido a entretener. Hollywood en su punto más alto de la leyenda propia.
Esperar 36 años para la continuidad de una película nunca son mucho si la segunda parte supera la primera, pero no pudo haber existido sin aquella.
Las espléndidas imágenes en el aire, desde los propios entrenamientos, hasta la misión en sí misma y su resolución, devuelven la creencia en el cine en grande. El departamento técnico de la película dirigida por Kosinski es tan súper estrella como el mismísimo Tom Cruise.
Top Gun Maverick es un alegato a favor del compañerismo y contra la ausencia de principios éticos y morales en que la cultura streaming está sembrando todo lo que huela a cultura analógica (llamémosle así), a creencias, a ética, a civilización. Tan es así, que el contexto del filme no demanda poner nombre y apellidos al enemigo. De este modo, los principios de la geopolítica están ausentes y no es por gusto. Aquí interesa otra cosa, otros valores, otras señales.
Hay una escena central en Top Gun Maverick, de la cual todos somos cómplices. Llena de recogimiento, de respeto y de admiración. Es el reencuentro de Maverick con el hoy almirante Ice, (Tom Cruise y Val Kilmer), que fueron los dos polos opuestos que encendieron la bujía en la primera película. Kilmer regresa a pantalla tras perder la voz por un cáncer de garganta. De hecho se comunica con Maverick a través de un teclado. Y como si fuera poco al final hay unas pocas palabras creadas con Inteligencia Artificial. Esa escena sola vale toda la película, por lo bien resuelta. Si bien patética, nada kitsch.
Asistimos a la reactivación de un personaje memorable que en su momento tuvo un importante significado para la juventud y el sentimiento de heroísmo: Pete «Maverick» Mitchell. Pero con el Tom Cruise entrado en años que lo asume, no podía no estar presente el amor que todo lo mueve. Penny (la actriz Kelly McGillis, pasados los años no podía ser) es encarnada por la encantadora Jennifer Connelly, quien enamora a la cámara. Entre los personajes, el contraalmirante que hace Ed Harris es sobrio, duro y filoso; el almirante Beau «Cyclone» Simpson creado por un Jon Hamm es vengativo y severo, pero también magnánimo al final.
Entre el grupo top de jóvenes aviadores se encuentra el teniente Bradley Bradshaw, alias como Rooster -en el cual Miles Teller logra un excelente rol-, quien es el hijo del difunto amigo de Maverick, Nick alias Goose (interpretado en la primera película por Anthony Edwards), quien murió en un trágico accidente por el cual Maverick se siente responsable. Hangman (Glen Powell) crea problemas para todos y piensa que él, y no Rooster, debería obtener el puesto principal en la misión. Entre los aviadores Monica Barbaro, como Phoenix aporta belleza y buena actuación, Lewis Pullman como Bob, Charles Parnell como Warlock, Greg Tarzan Davis como Coyote, Jay Ells como Payback, Danny Ramirez como Fanboy y Bashir Salahuddin como Hondo.
El montaje de Eddie Hamilton es esencial en este filme, sobre todo lo que nos dice en las arriesgadas escenas aéreas. Hans Zimmer y Harold Faltermeyer hicieron la música. Mientras pasan los créditos al final, se escucha «Hold My Hand», de Lady Gaga.
La fotografía de Claudio Miranda es rica, especialmente en las tomas aéreas, exteriores, en alta mar o en escenas tan íntimas como la de Maverick y Ice.
Una película de acción memorable, un canto al cine hecho para salas de cine.
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).