La mayoría de los niños quieren tener uno, cuando descubren los telescopios. La mayoría de los seres humanos llegan a la madurez sin poder comprarlo. Pero observar el cielo es una obsesión de casi todos los seres humanos.
De todos modos, tener un telescopio no quiere decir que vas a apuntar hacia la Luna y vas a ver la Luna.
Se trata de una de las herramientas de observación no solo más importantes, sino más difíciles de manejar.
La astronomía ha sido desde que el hombre dejó de ser nómada y se convirtió en sedentario, en un instrumento para conocer la posición en que se encuentra, la medición del tiempo a través de los calendarios, los estados del mundo que le rodea.
De hecho cada cultura se ha beneficiado de la observación de los satélites, planetas, meteoros, constelaciones y galaxias. Y cada una lo ha hecho a su modo. Desde los chinos que dividieron el cielo en constelaciones, pasando por las pirámides de Egipto y las civilizaciones precolombinas, la teoría heliocéntrica de Copérnico y el telescopio presentado por Galileo Galilei el 25 de agosto de 1609 -un instrumento de refracción de 1,27 metros de largo, con una lente convexa delante y otra lente ocular cóncava— que permitió al físico italiano convertirse en el padre de la astronomía moderna; hasta llegar a los grandes telescopios como el Observatorio Astronómico de Brera (Milán, 1764), el más antiguo de Estados Unidos que es el Observatorio de Cincinnati (1842), el Observatorio Astronómico de Quito (1873), el Observatorio Yerkes (Wisconsin, 1897) que es el refractor orientable más grande del mundo, el Gran Telescopio de Canarias (2007), el Very Large Telescope (VLT) construido en el Desierto de Atacama en Chile y compuesto por cuatro espejos separados que pueden trabajar como uno solo. Una de las maravillas de cls ciencia y la tecnología es el telescopio espacial Hubble, que se encuentra en órbita fuera de la atmósfera terrestre, para evitar que las imágenes sean distorsionadas por la refracción. De este modo el telescopio trabaja siempre al límite de difracción y puede ser usado para observaciones en el infrarrojo y en el ultravioleta.
Una cosa es la observación profesional y otra la amateur. Y para acercarnos la realidad astronómica a quienes nos bastaría con echar una mirada a otros mundos ha aparecido el Vaonis Vespera, el primer telescopio inteligente automático.
Como para encontrar lo que buscas en un telescopio hay que aprender conceptos de astrofísica y matemáticas y tener paciencia y mucha capacidad de observación, Vespera hace eso por ti.
Una vez más queda demostrada la necesidad de las telecomunicaciones y de una red robusta telefonía.
Basta con apretar un botón en Vespera y automáticamente encontrará la estrella o el cuerpo celeste que le indiques con la app del móvil, y te enviará fotos al propio móvil.
No sé si Claro traerá el año que viene a su exposición tecnológica ClaroTec estos nuevos aparatos, pero sería maravilloso poder verlos y adquirirlos. Por aquello que los sueños de muchacho también pueden ser conquistados en la edad de la madurez absoluta.
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).