II
¿Qué era la Guerra Fría? El mayor enfrentamiento pacífico de dos potencias y sus aliados respectivos con todas las armas económicas, políticas, sociales, culturales, ideológicas y armamentistas que ha existido.
Pudiéramos llamar a esta la I Gran Guerra Fría. El ganador fue Estados Unidos.
Los dos polos militares se conformaron en alianzas. Una la OTAN (North Atlantic Treaty Organization u Organización del Tratado del Atlántico Norte), que existe todavía y que fue creada en 1949, su sede está en Bélgica y reunió a Estados Unidos, Canadá y Europa occidental. La otra el Pacto de Varsovia, de cooperación militar firmado en la capital polaca el 14 de mayo de 1945, por los países del Bloque del Este, o sea Unión Sovietica, Albania, Checoslovaquia, Polonia, Hungría, Rumanía y Bulgaria, así como la República Democrática Alemana y como observadores China Corea del Norte y Mongolia.
Hay que explicar que uno de los resultados de la II Guerra Mundial fue la división en dos de Alemania: República Federal Alemana (RFA) que quedó bajo la influencia directa de los aliados y la República Democrática Alemana (RDA) que quedó bajo la égida soviética. La capital Berlin fue dividida en dos por un muro que fue el testigo del enfrentamiento más cercano -cuerpo con cuerpo- de dos mundos: el capitalista y el comunista.
Raúl Ferrer, un viejo maestro rural cubano que había sido líder de los maestros rurales de Cuba, miembro del Partido Socialista Popular antes de 1959, que en 1953 había visto en Moscú con sus propios ojos, la caída de las grandes estatuas de Stalin, llegó a dirigir la Campaña de Alfabetización, a ser viceministro de Educación y luego, defenestrado por haberse opuesto al experimento de las Escuelas Secundarias Básicas en el Campo, ocupar el cargo de Consejero Cultural de la embajada de Cuba en Moscú. Ferrer, poeta autor de la letra de la canción Romance de la niña mala, era de la idea que la Unión Soviética y el campo socialista habían sido incapaces de poner de moda ni siquiera un peinado. En eso resumía las deficiencias del campo socialista para sobreponerse a la Guerra Fría.
El resultado final de la I Gran Guerra Fría fue la desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista, proceso finiquitado el 1 de julio de 1991 con la disolución del Pacto de Varsovia, cuyo mayor símbolo fue la caída del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989.
Cuba organizó en el verano-otoño de 1988 una gran tournée de artistas cubanos por los países del campo socialista. Esa Jornada de la Cultura Cubana recorrió casi todos los países del campo socialista: República Democrática Alemana, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria, Rumanía, Polonia, Unión Sovietica: entre los artistas y creadores participantes se encontraban figuras como Alicia Alonso y el Ballet Nacional de Cuba, el pianista clásico Jorge Luis Prats, pintores como Roberto Fabelo, Nelson Domìnguez, Flora Fong, el pianista de jazz Gonzalo Rubalcava y el Grupo Proyecto, cantantes de la Compañía Nacional de Ópera de Cuba con el pianista Antón Fuster y los escritores Daína Chaviano y Alfonso Quiñones, entre otros.
Sin saberlo, el grupo giraba en medio del torbellino que impulsaba la caída, que ocurriría en pocos meses. Los gobiernos y partidos comunistas tomaban medidas de última hora, como el cambio de figuras líderes. En Hungría, por ejemplo, el día que la delegación arribó a Budapest fueron alojados en el Hotel del Comité Central del Partido Comunista Húngaro. Ese mismo día había sido sustituido Janos Kadar por el nuevo líder Imre Pozsgay. De hecho los artistas cubanos fueron invitados a una recepción en el Palacio por el cambio de autoridades.
En Polonia, las huelgas a nivel nacional en 1988 forzaron al Gobierno a negociar con Solidaridad, del líder obrero Lech Walesa, que dejó de presentarse como sindicato para hacer públicas sus pretensiones como partido político, especialmente de elecciones libres. El líder soviético Mijael Gorbachov en un exceso de confianza, en las posibles medidas democratizadoras, a modo de experimento, aprobó que la autoridad realizara elecciones, perdiendo el gobierno.
Mijail Gorbachov, quien actualmente tiene 89 años de edad, había llegado al poder escalando desde el Partido Comunista, de cuyo Buró Político era la figura más joven. Antes de llegar a escalar el puesto más alto, habían fallecido uno tras otro en un trágico efecto dominó Leonid Illich Brezhnev (líder del 62 al 82), Yuri Andrópov (del 82 al 84), Konstantín Chernenko (de febrero del 84 a marzo del 85).
Mijail Gorbachov llegó a secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1985. Muchos le achacan la pérdida y desaparición del campo socialista debido a la instauración de las políticas de glásnost y perestroika. Sin embargo, los culpables fueron otros. Aquellos que le precedieron en el cargo fueron más culpables que él. Fueron aquellos que demostraron una clara incapacidad para mover la economía socialista, el cooperativismo, la democratización de la vida; la inercia de los políticos a todos los niveles, la abismal distancia entre los pueblos y las autoridades, el empecinamiento en el pensamiento unánime, el unipartidismo, la ausencia de crítica y autocrítica, la falta de justicia, la corrupción, fueron apenas algunos elementos que dieron al traste con aquel sistema social que en teoría debía ser más justo. Pero que en la práctica demostró ser más abusivo y detestable que el capitalismo.
Gorbachov gobernó en la URSS hasta 1991, año en que desapareció ese estado.
El 5 de diciembre de 1991, Mijail Gorbachov dimitió como presidente en una comunicación donde explicaba «Dada la situación creada con la formación de la Comunidad de los Estados Independientes, ceso mi actividad como presidente de la Unión Soviética. Tomo esta decisión por consideraciones de principio. Se ha impuesto la línea de la desmembración del país y de la desunión del Estado, lo cual no puedo aceptar. Además, estoy convencido de que resoluciones de tal envergadura deberían haberse tomado basándose en la voluntad expresa del pueblo (es decir, un referéndum). El destino quiso que cuando me vi al frente del Estado ya estuviera claro que nuestro país estaba enfermo. Hoy estoy convencido de la razón histórica de los cambios iniciados en 1985. Hemos acabado con la Guerra Fría, se ha detenido la carrera armamentista y la demente militarización del país, que había deformado nuestra economía, nuestra conciencia social y nuestra moral».
No hay nada peor, está demostrado que comenzar tarde y mal los cambios en el sistema productivo, ya que por lo general producen caos y empobrecimiento de la mayor parte de la población. Una lección que, al parecer, nunca han tomado en cuenta las autoridades cubanas actuales.
(Continuará)
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).