SD. El fantasma de mi novia, de Francisco Disla, es un proyecto interesante y distinto, en el cual se observan varios factores a su favor, estructurada, al vincular talentos internacionales, para penetrar otros mercados con efectividad y fuerza de boletería sobre todo porque rompe con el localismo y su humor es más latinoamericano. Pero, cuidado, que no todo es perfecto.

El fantasma de mi novia, es fresca, creativa, con grandes aportes en sus efectos especiales y maquillaje, banda sonora y buena parte de sus interpretaciones que escaparon del esquema de la sobreactuación, aun cuando muchas de ellas pudieron ser mucho mejores.

El Indio Disla ha aportado un estilo fresco y creativo a la comedia dominicana que escapa de los esquemas de producción ordinarios. Es un director que se toma su tiempo, establece precedentes al ofrecer una variada gama de géneros, desde El Hoyo del Diablo hasta sus comedias de sello personal.

No obstante su labor como director tiene aspectos que superar, sobre todo en el manejo de las actuaciones, la manera (poco acostumbrado en su filmografía) del cuerpo de la mujer, pero sin dudas que estamos ante un director a respetar y respaldar.

Registra dos brillantes actuaciones: Fausto Mata y Francisca Lachapelle, con El fantasma de mi novia tiene un logro pese a a algunas sobreactuaciones evitables y complacencias a un machismo fuera de tiempo.

Fausto Mata, quien esta vez nos muestra que es actor completo, que bien dirigido, puede dar excelentes resultados. Actúa mucho mejor, su gestualidad resulta mejor administrada, la voceadera que a veces le permiten, esta vez está ausente. Este es el Mata que nos complace. El es bueno, bien administrado.

Un talento que se establece un sello de calidad interpretativa a partir de un papel muy corto en el cual se aleja de la imagen vendida, es Francisca Lachapelle, quien brilla al representar una mujer sin techo que busca en restos de comida en un zafacón. Bien dirigida y construido su personaje con criterio, merece reconocimiento.

Con los muertos en cementerio Independencia (Producción del filme)

Lo bueno
Impresionan, de entrada, maquillaje y efectos especiales, realizados con buen nivel internacional, sin la mácula de la imperfección, a lo que se agrega la música original de Jansel Santana, una fotografía bien lograda y una edición cuidada para reafirmar el ritmo de la historia.

Impacta el mensaje sobre la humildad y la vanidad vacía que contamina a las personalidades del cine, el sentido valor de la sinceridad.

Actuaciones locales

Lo objetable
Hubiéramos preferido evitar el uso del cuerpo en ropas interiores de la protagonista, reflejo de una cinematografía machista que le resta el público familiar.

Era mejor utilizar solo la capacidad actoral de Villalobos que pudo haber dado histriónicamente mucho más. Esa escena es un regalo innecesario a los hombres de cabeza vacía, para garantizar boletería. Es un error.

Los internacionales
Los talentos internaciones son el actor cubano William Levy y la actriz colombiana Carmen Villalobos, (Sin senos no hay paraíso, El señor de los cielos, Amor a la plancha); Brandon Periche y Susana Dosamantes, reconocida actriz mexicana hacen su aporte histriónico, pero sin aspirar a un Platino.

El resto de los talentos locales, con diversos matices, están entre lo aceptable y lo muy bueno.

Particularmente nos agradó la corrección de Karla Hatton como la maestra de actuación de los niños y la definida actuación de Lumy Lizardo. Manolo Ozuna, Jalsen Santana y Josell Hernández, están correctos. Nada mas que eso.

Pie de foto
El Fantasma de mi novia, que llega al público este jueves en el país, Perú, El Salvador y Panamá.

Los talentos de El Fantasma de mi novia anoche posan para los medios en Palacio del Cine Ágora Mall.

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