Captura de pantalla, los Guloyas en plena presentación. (Fuente Externa)

SD. La semana pasada y aún la anterior estuvieron caracterizadas por la ilegal acción de no permitir que los Guloyas y grupos de gagá no participaran, primero, en el Desfile Nacional del Carnaval y luego en los carnavales de San Pedro de Macorís.

Que ambas cosas ocurrieran con pocos días de diferencia es notable y llama a la reflexión.

Puede ser que las actuales autoridades del Ministerio de Cultura no tengan cabal comprensión del significado que tienen todas y cada una de las expresiones culturales, por muy ¨negras¨que sean, en la cultura dominicana. Ni tampoco de su neta responsabilidad directa ante el mundo, de la preservación y promoción de aquellas manifestaciones culturales del país incluidas en alguna de las listas de Patrimonio de la Unesco.

¿Cómo estará la salud, por ejemplo, de los Congos de Villa Mella?

Cabría darle al ministro de Cultura, el escritor Pedro Vergés, y sus funcionarios el beneficio de la duda. Quizás la medida en contra de los Guloya (como también en contra de los grupos danzantes de gagá) fue tomada por alguien de bajo rango. ¿Dónde están entonces las medidas tomadas en contra de estos desafueros?

Sería muy saludable que el ministro Vergés diera una declaración convincente.

Certificación entregada por la Unesco

El teatro danzante de los Guloyas

Los Guloyas, que son ¨Obra Maestra del Patrimonio de la Unesco¨hay que resguardarlos por ser una expresión única en el mundo, de la cual hay que estar orgullosos. Es cierto que el Ministerio de Cultura, se apresuró a tratar de apagar la candela enseguida. Si bien dijeron en nota de prensa que ¨prohibir¨ no estaba en el espíritu de la cartera de Cultura, no dieron una explicación convincente sobre la medida de no permitir al grupo que expresa una maravillosa tradición, participar como siempre lo han hecho, en el Desfile Nacional del Carnaval, ni tampoco cuáles serían las medidas a tomar para que esto no suceda más.

José Antonio Rodríguez, embajador dominicano ante la Unesco (Fuente Externa)

Por su parte José Antonio Rodríguez, embajador ante la UNESCO exhortó a valorar a los Guloyas, “Obra Maestra del Patrimonio de la UNESCO” y explicó que República Dominicana está compelida a resguardar, promover y preservar su patrimonio cultural como parte integral de sus raíces histórico-culturales y de su identidad nacional.

Siendo el teatro danzante Guloya, parte del listado de Obras Maestras del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad es una de nuestras más notorias manifestaciones culturales autóctonas.

Dijo el embajador que estamos llamados a resguardar esa “vibrante y colorida expresión cultural, parte intrínseca de nuestra historia.”

Rodríguez observó que la declaración del teatro danzante Guloya, como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, sin dudas, ha significado por años un júbilo para todo el pueblo dominicano”.

El diplomático dominicano emitió un mensaje a través de su red social en instagram, @joseantoniorodriguezrd, acompañada de una fotografía de la Declaración de 2008, entregada por la ex directora general de la UNESCO, Irina Bokova, tras su visita al país.

En ese entonces, la diplomática búlgara destacó el «importante» valor que representa para la Humanidad el Espacio Cultural del teatro danzante Cocolo de San Pedro de Macorís, así como la importancia que tiene para los pueblos «en un mundo tan globalizado» el patrimonio inmaterial e intangible. Y puso de ejemplo para el mundo a la nación caribeña, al citar que «la República Dominicana es un buen ejemplo de cómo se debe proteger lo que es más caro para las comunidades».

El embajador José Antonio Rodríguez recordó que en caso de que los Estados miembros de la UNESCO no cumplan al pie de la letra con sus obligaciones de protección, el Comité podrá luego de una advertencia formal, retirar las inscripciones de la Lista del Patrimonio Mundial.

“Así pues, como Estados somos los verdaderos actores responsables de la protección de nuestro patrimonio. Esto podría constituir una pérdida en términos de imagen”, sostuvo.

El baile-teatro del Guloya que se danza en Navidad, en Carnaval y en las fiestas de San Pedro de Macorís, es una tradición desarrollada entre los inmigrantes anglófonos que llegaron a mediados del siglo XIX a la República Dominicana procedentes de otras islas del Caribe.

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