Cuando se inventó la rueda, cambió de lleno el sentido de la vida de los humanos. La primera rueda de la que se tiene noticias pertenece a la civilización sumeria y data de 5,500 años antes de Cristo. Luego, se hizo presente a través de un llamado estandarte de Ur, un panel de guerra donde aparecen carros movidos por ruedas, y que data de unos 3,000 años más o menos.
Ese círculo de piedra que permitió transportar grandes cargas y también permitió la alfarería, y la revolución industrial, luego evolucionó hacia la madera, el bronce, la goma y ahora, con un nuevo diseño, que revoluciona el sentido de la industria de las gomas.
El principio de este tipo de rueda no es nuevo, diríamos que es una rueda muy vieja, perfeccionada.
Fueron los ingenieros de los Rovers de la Luna usados en los años 60 los primeros que trabajaron ese tipo de sentido de la flexibilidad y durabilidad, solo que con otros materiales.
La nueva rueda que lleva años probándose tanto por Michelin como por Bridgestone soporta hasta 2,267 kilogramos de presión, no pierden aire porque no lo tienen y son a prueba de pinchazos. Solo que el fabricante japonés dijo basta, y decidió ponerlas ya a la venta en camiones y bicicletas.
John Kempel, director ejecutivo de nuevas soluciones de ingeniería en Bridgestone en el mercado americano dijo al periódico digital especializado Automotive News que la compañía se dispone a comercializar estas nuevas ruedas fabricadas en termoplástico reciclado a camiones: «Los operadores de flotas de transporte nos las están pidiendo. Esta tecnología resuelve un problema que para ellos es importante porque supone un considerable coste. El trabajo de estos profesionales es mantener los camiones circulando, y eso no es posible cuando las ruedas no están bien infladas».
Según Kempel, los grandes camiones suelen tener problemas derivados de la presión en los neumáticos cada aproximádamente 13.000 kilómetros. Cada minuto de más que el camión debe estar en una gasolinera revisando la presión de los neumáticos es dinero perdido para las empresas de logística y distribución. Los neumáticos sin aire pueden solucionar este problema y ahorrar costes.
Bridgestone en lugar de tratar de convencer al conductor tradicional de automóvil, se ha centrado en solucionar una necesidad real del colectivo de transporte. A medida que los conductores se acostumbren a ver estas ruedas en la carretera les resultará más natural cambiarlas en sus vehículos. Michelín, mientras tanto, ha mostrado estas ruedas en cosas como carritos de golf y cortacésped, pero la compañía sigue confiando en que puede vender estas ruedas a conductores particulares.
Aparte de dotar a los camiones de estas ruedas, Bridgestone ha puesto en marcha una iniciativa de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio. Los visitantes que se acerquen a Japón este verano para asistir a los juegos podrán probar de manera gratuita bicicletas equipadas con estas ruedas que Bridgestone repartirá por toda la ciudad. La idea acercará esta tecnología a cientos de miles de personas de todo el mundo es estupenda.
Es posible que dentro de pocos años, los automóviles normales estén enganchados a este tipo de ruedas.
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).
