Angel Urrely ante una obra suya
Estructura de un gran espíritu. Acrílico/lápiz sobre tela. 19″ x19″. 2016. (Angel Urrely)

SD. La evolución del destacado artista plástico cubano-dominicano Angel Urrely, con par de décadas afincado en la media isla de La Hispaniola, es atendida en una importante colectiva de creadores cubanos residentes fuera del país.

La exposición colectiva «Relocated: Contemporary Cuban Art», que explora y revela el panorama artístico desarrollado por artistas cubanos que han vivido fuera de Cuba durante los últimos quince años hasta nuestros días, podrá verse en Nueva York del 5 al 20 de abril, en El Barrio Art Space, en la 215 East 99th St. NY NY 10029.

El cinturón verde. 19″ x19″ . Acrílico y lapiz sobre tela. 2016. (Angel Urrely)

La muestra es curada por Alexis Mendoza y Marie Laux será inaugurada de 6:00 de la tarde a 9:00 de la noche y lejos de ser el resultado de una selección representativa del arte cubano actual, la exposición tiene como objetivo exponer el tejido del discurso artístico que queda en ese país más allá del exotismo que tan a menudo muestra el centralismo europeo y estadounidense.

El evento explora los ecos y las relaciones sutiles que se establecen entre trabajos que a veces son críticos y siempre fascinantes.

Angel Urrely ante una obra suya

La exposición reúne trabajos de artistas como Alejandro Lazo (Alazo), Alexander Richard Carbonell, Ángel Delgado, Ángel González Urrely, Armando Guiller, Bernardo Navarro Tomás, Carlos Mateu, Clara Morera, Darío Fresco, Esteban Jiménez Guerra, Frank Guiller, Jesús Rivera, José Joaquín Ávila, Juan Salazar, Rosee Camafreita, Lissette Solórzano, Margarita Fresco Crespo, Naivy Pérez, Nelson Álvarez, Pedro Manuel, Pedro Valerino Martínez, Raúl Villarreal y Williams Carmona.

La declaración errónea, escrita o no, oficialmente en Cuba de que «los artistas cubanos que trabajan fuera de Cuba, y cuyas creaciones son para algunas organizaciones de arte, galerías e instituciones en los Estados Unidos, no se consideran arte cubano».

Foto reciente de Angel Urrely ante una de sus obras.

La respuesta parece ser esta colectiva. Los comisarios de la misma afirman que con esta exposición están enviando un mensaje claro, «Somos artistas cubanos».
El foco de atención se centra en creadores de diferentes generaciones. Muchas de las obras seleccionadas tienen en común el hecho de trabajar con diferentes niveles de significado al mismo tiempo y mostrar en paralelo un gusto especial por lo común, lo popular y lo cotidiano, aspectos que les confieren estatus poético y una belleza extraña y atractiva. Las obras comprenden un amplio espectro de intereses, aunque su diversidad no impide la interacción entre todos ellos.

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